
Mucho fue el andar del mago, sus años vividos le estaban jugando una mala pasada, no se resistía a la tentación de dejar de lado su labor para poder entregarse al cansancio, a la vejez y a la muerte, sin más demora el mago, con una sonrisa plena cayó al piso perdiendo toda esperanza de poder completar su misión.
Sus ojos se cerraron, su rostro rápidamente comenzó a palidecer y su cuerpo a enfriarse, hasta que entre los árboles aparece una ninfa, vestida toda de verde, con un cabello largo hasta su cintura, de ojos color miel y mirada cariñosa. Ella era la guardiana de los secretos de los bosques, quién, con infinito asombro se percata que era el viejo mago errante, observa a su alrededor y se da cuenta que, el alma del mago, estaba sentada a su costado. Observándola con detención el espíritu del mago le pregunta: -¿Qué intentas hacer con mi cuerpo?-, la ninfa, con su rostro sereno y amable le responde: -Mis hermanos animales están sufriendo las consecuencias de este cambio tan repentino, necesitan de tu ayuda para poder continuar viviendo en paz-, un incómodo silencio de apodero de aquellos místicos seres, el mago simplemente sonríe, observa a su alrededor y responde:- Ya es tarde no hay nada que hacer-. La ninfa del bosque asombrada se da cuenta de un detalle, el alma del mago sigue atada a su cuerpo, hace una pausa y le dice:- Espérame aquí traeré tu arpa-, en un haz de luz desaparece.
El mago un poco contrariado, sabía en el fondo de su alma que su muerte significaba recuperar el arpa perdida y dar el nuevo equilibrio a aquél mágico lugar, hasta qué sin darse cuenta estaba nuevamente ante sus ojos la ninfa de los bosques y entre sus manos su vieja y querida arpa dorada.
La Ninfa, antes de poder entregar el arpa, se acerca al cuerpo del mago, con su diestra busca el lugar del corazón del mago y con gran esfuerzo lo vuelve hacer latir. El alma del mago resplandece con nuevo brillo, sus largos cabellos blancos ahora tenían color marrón, su piel antes seca y ajada, ahora era suave y tersa, sus ropajes seguían siendo blancos junto con su bastón.
Asombrado el mago pide el arpa, se sienta e interpreta la melodía más hermosa que el mundo jamás a escuchado, trayendo como consecuencia, el cese de los truenos y relámpagos, las nubes de disiparon dejando ver una bóveda negra y estrellada, la luna iluminaba con su máximo esplendor, los búhos ululaban de felicidad, los árboles comenzaron a florecer y cada animal del bosque recupero su felicidad.
La Ninfa del Bosque, asombrada por tal majestuosidad de la melodía cae a sus pies, sin pensarlo lo observa y desde el fondo de su alma le da las gracias y deja notar su deuda eterna. El Mago, mas tranquilo le dice:-Querida y hermosa Ninfa de los Bosques, gracias por devolverme la vida y la esperanza, dame la oportunidad de tomar tu mano para que recorramos el mundo regalando amor y felicidad a quienes lo necesitan-, la Ninfa, con sus ojos húmedos por las lágrimas producto de tan hermosa proposición acepta.
Desde ese momento en adelante, todos los bosques han prosperado, siempre llenos de color, de aromas y de sensaciones, animales silvestres cada vez mas felices y por sobre todo amor, ese amor que el Mago y la Ninfa les han dedicado por el correr de los siglos"
Bueno queridos lectores, otra pequeña inspiración.
Que la paz reine en sus corazones
Adanedhel.