
Cabizbajo caminaba sin rumbo, la luz de luna hacia notar su presencia en los pequeños claros que se dejaban ver entre medio de los árboles del bosque cuando, entre la espesura se encuentra con un ser muy especial, un pequeño unicornio alado, color blanco. El muchacho se acerca, le hace una reverencia y lo acaricia, a lo que el pequeño unicornio alado le responde: - Se que te sientes solo, estás triste y necesitas un hogar-; el muchacho asombrado lo observa y con expresión nerviosa le responde: - En mi mente puede pasar de todo, es verdad lo que dices, pero ¿cómo podrías ayudarme a retornar a mi hogar?-, el unicornio nuevamente lo mira y le contesta: - Primero tienes que confiar en mi, yo tengo la respuesta a tu pregunta y por último tendrás que estar consciente que no todo es real-.
Contrariado el muchacho accede, en su mente muchas preguntas sin contestar se daban vueltas como un remolino de viento en medio del desierto. El unicornio que lo estaba observando con atención le dice: -Donde se pone el sol, en medio del llano hay un ciprés, si eres observador verás que entre sus ramas escondidas existe una extraña melodía oculta y que solo tú podrás tocar-. El muchacho decidió hacerle caso y comenzar la búsqueda de aquel ciprés que lo llevaría de vuelta a casa.
Pasaron los días, el unicornio caminaba tras sus pasos para poder guiarlo en la búsqueda de la melodía encantada, hasta que en un extraño claro aparece en solitario, uno de los árboles más frondosos que en su vida haya visto, el famoso ciprés de la melodía mágica.
Quién iba a imaginarlo, lo encontré, pensaba el muchacho. Feliz por su hallazgo revisa la melodía grabada en el tronco del ciprés y comienza a interpretarla con su flauta de ébano. El cielo se obscurece, un extraño viento envuelve su pequeño cuerpo de duende, las estrellas pasan más rápido que de costumbre, una onda de colores surca el cielo y desaparece.
Ya en su casa se da cuenta de su mágica experiencia en aquel místico lugar, pero sabía que algo sería diferente desde ese entonces, se dirige a su habitación y se encuentra con la sorpresa que en la pared estaban las pinturas más hermosas que el se haya podido imaginar en una de ellas un hermoso unicornio alado surcando el cielo nocturno, en la otra un extraño paraje que él conocía, en la otra un ciprés en medio de un claro iluminado por el sol y a sus pies la melodía que tuvo que interpretar para llegar a casa...
... Esperen, aun queda más, bajo su cama, se hallaba un misterioso cofre que pertenecía a su querido abuelo, lo abre y en su interior se encontraba la flauta de ébano y el misterio medallón que, por detrás decía: "Cada vez que quieras podrás volver, piensa en mi como yo pienso en ti todos los días desde mi partida, si te adentras en el bosque me podrás encontrar afuera de una cabaña... Y no olvides que recordar es volver"
Con sus ojos llenos de lágrimas el muchacho se cuelga el medallón al cuello toma la flauta y parte todas las noches al encuentro con su abuelo.
FIN.
Este pequeño cuento refleja un poco mi personalidad... Mis ideales, mis sueños y anhelos... Espero que les guste...
Un abrazo...
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