lunes, 25 de marzo de 2013

Elfos de la Luz

"Una tarde, ligeramente cálida, una extraña elfa se encontraba en medio de un claro ubicado cerca de su aldea en el valle de los sueños. 
Aelin-uial se destacaba siempre por estar con una sonrisa a flor de labio, su largo cabello oscuro como las lagunas del crepúsculo llegaba a su cintura, brillaba con los rayos de la luna, era no difícil de ver entre medio de tanta oscuridad, pero uno de los dones más predilectos era su voz, la cual traspasaba los límites del mundo de los elfos, hasta las tierras donde se encontraban los, para su pueblo, "incivilizados".

Una de aquellas noches, muy difíciles de olvidar, uno de los "incivilizados", también de la raza de los elfos, Adanedhel, escucho su voz. Embelesado por aquellas melodías tan familiares y a su vez prohibidas por su pueblo, llego hasta los límites de ambas naciones, donde y con infinito asombro vio a quién le robó el sueño por cientos de años. 

No lo pensó en ningún momento, se acerco hipnotizado por aquel canto, no fue necesaria ninguna palabra, sus mentes se leyeron en aquel preciso instante, como si estuviesen unidas por las fuerzas de la naturaleza. Él, entregado, se arrodilla, ella simplemente le canta..."

Cientos de miles de años han pasado desde que se conoce esta historia, generaciones de han escuchado su canto, en distintos lugares del mundo, según cuentan, si una pareja de enamorados, escucha el canto de Aelin-uial, se entrega por completo, tal cual como lo hizo en su tiempo Adanedhel...

El amor perdura en el tiempo, ni los problemas de cada día son capaces de arruinarlo, simplemente abre el corazón y escucha su melodía eterna...

                                                          Fin.

Otra pequeña creación... 
Abrazos fraternos.


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