"Retratos de una noche de primavera"

La primavera recién a dado sus primeros pasos, los idilios de un romance se vuelven cada vez más cotidianos, las aventuras de cada persona se vuelven cada vez más importantes porque de cierta manera marcan una relación futura y próspera para el verano.

En aquellas noches de primera, las calles se ven en épocas pasadas coronadas por doncellas esperando a aquellos caballeros que les propusiesen una cita a la luz del sol, con sus vestidos de gala, ellos en su corcel indómito mostrando su gallardía y valerosidad, de aquellos castillos señoriales y de aquellos romances ya no queda nada, de aquellos años donde una palabra bonita, una caricia en la mejilla era más valorada que cualquier otra muestra de afecto, donde el valor de una rosa era incalculable, donde el romance primaba por sobre todas las cosas.

Quiero vivir esa época, donde la imaginación dejaba que tanto hombres y mujeres soñaran con sus seres amados, disfrutaran de sus fantasías, que cada día era una un cortejo constante, un coqueteo infinito, un diálogo a tiempo o simplemente un recuerdo esperado de aquellos ansiados atardeceres junto al ser amado, sentados en medio del campo, donde mariposas, las florecillas de un día llevan de color el cielo,  donde las fantasías son cumplidas en eterno firmamento del sentimiento más puro del hombre... El amor.

Veterano en la nostalgia.

Hoy es uno de esos días en que no sé que escribir pero si me siento un veterano de la nostalgia, de recordar aquellos momentos que con mirada infantil logras descubrir las maravillas del mundo, donde con la mochila cargada de sueños y quimeras partes en la búsqueda de una gran aventura, de esas que no se olvidan jamás. Como la vez en que tomé por primera vez la guitarra y de forma intuitiva logré rescatar el acorde de DO mayor, cuando aquella tarde sentado en la cabecera, de que para ese entonces era una larga mesa, se acerca mi tío que pregunta -"¿Qué estás haciendo?", perplejo le respondo que simplemente quería aprender el rasgueo de "El Baile de Los que Sobran" de Los Prisioneros, donde el acorde de FA mayor sonaba "FU"... Awwww un verdadero desastre, han pasado muchos años desde aquel entonces, donde, una de las personas más importantes de mi vida ya no está y quien sería aquella persona que marcara mis huellas de mi actual vida, mi abuelo, el me escuchaba aunque lo hiciera pésimo, incitaba con su cansada mirada un momento de aprendizaje, un momento en el cual se detenía el tiempo y solamente eramos los tres, mi abuelo, la guitarra y yo.

Corría el año 2005 aproximadamente cuando el boom musical vino después del Super Nintendo, con mis primos buscamos distintas formas de poder, con siniestras travesuras, matar nuestras eternas tarde de ocio, con locuras, inventos (el tan recordado ascensor, que por cierto cobró una victima a dos metros sobre el suelo) y así un monton de otras, pero la que nos unió fue la música.

La primera canción que pude aprender completa fue "Dust in the Wind" de Kansas, la canción de mi querida abuela, aquella canción que ella se imaginaba escucharla recorriendo las pampas salitreras y que tuve la oportunidad de hacerlo. Después de una veloz pasada "Hotel California" de Eagle, los prisioneros hasta llegar a nuestro intento frustrado de formar nuestro propio grupo musical.

Los años pasaron, muchos de los cuales dejaron el instrumento de lado, por diversos motivos, estudios, trabajos, hijos, pero, creo que ese lazo de unión entre un ser querido, de ese ser querido que su memoria esta arraigada en el sonar de las cuerdas y en la canción del corazón.

"La locura"

Una y mil veces he cuestionado la expresión: - "¿Qué, acaso te volviste loco?-, ja, está en nuestra expresión diaria, o más de una vez la hemos sacado a colación para poder defendernos de alguien que nos ataca, pero la locura es más que eso, es un estado, tal cual como la alegría, la pena, rabia o el dolor. Ahora la pregunta es la siguiente ¿Cuando reconocemos que actuamos con locura?...

No quiero dar una respuesta desde la perspectiva lógica racional del hombre, pero si un punto de análisis de algunos aspectos, como por ejemplo, cuando asistimos al estadio, que pasa cuando el equipo favorito mete un gol, se grita hasta quedar al borde de la afonía, o cuando se ama, se da todo, se hacen las cosas más impensadas para agradar a la otra persona, que más pruebas simples y comunes quieres de este estado universal que siente cada integrante del género homo.

Quizá para otros la locura sea un estado placentero, donde te olvidas de la racionalidad clásica del ser para poder encontrarte en un nuevo estado, ese estado, en el cual no piensas en consecuencias, no vez por los demás, simplemente te importa tu circunstancia... Hay personas que dicen: "Yo no sufro de locura, la disfruto a cada momento"... Tiene su completa asertividad porque también se puede relacionar con la expresión más canónica acerca de la locura: "Para tener éxito en la vida hay que parecer loco y ser sabio", a lo largo de la historia cuantos grandes pensadores han sido castigados por pensar diferente en sus respectivas épocas de vida, cuantos no murieron con sus ideales, cuantos tuvieron, obligadamente a retractarse de sus dichos porque su sociedad no los consideraba... Cuantas personas son mandadas a un manicomio porque sus ideales no tienen cabida en esta sociedad que desprecia a quienes piensan, viven y sienten de manera diferente.

La tarea es fácil, solo hay que mirar en el corazón y decir "¿Qué tan loco soy?", ni siquiera notarás las miles de posibles respuesta a esta pregunta.

Que tengan muy buena jornada.