viernes, 20 de diciembre de 2013

"El prestamista de Sueños"

Cuando los juglares hacían sonar sus instrumentos, cantaban la historia de un hombre reservado, con un rostro humilde, mirada tierna y caritativa. Una persona que no calzaba en medio de tanto conocimiento en la edad media.

"Este hombre era conocido como el "Prestamista de Sueños", entre sus capacidades era característico del brindar esperanza a quien la hubiese perdido, permitía que otros soñaran con lo que deseaban, podría lograr que los desesperanzados volviesen a creer."

El juglar con infinita pasión, haciendo trinar su citara y con voz firme pero embelesada por la historia continuo su canto:

"Entre todos los hombres mas valerosos de esta tierra se encuentra él, siempre amable, cortés y secundado de muchos seguidores, los cuales dejan huella por donde pasan.

Pero había un problema, Albus, el prestamista, jamás podía hacer sus sueños realidad, siempre los demás por sobre él, siempre un otro. Se sentía triste, cansado, cabizbajo producto de lo mismo, yacía sobre su lecho sin esperanza".

Una pausa incómoda hizo el juglar, tras recitar estas palabras, la multitud expectante también en absoluto silencio, escuchó con atención:

En su vida, Albus jamás dejó nada al azar, siempre, tras reunirse con distintas personas terminaba con las siguientes palabras: "En ti está la capacidad de soñar... Es cosa que cierres tus ojos, abras tu corazón y alcances tus metas" El prestamista de sueños jamas se iba sin repetirlo, pero sus ilusiones rotas, no se dejaban esperar. 

Entre sollozos el juglar entona en acordes mayores el siguiente canto:

"Como un héroe revelaste secretos, reconstruiste sueños rotos, pero los tuyos no pudiste componer. Creíste todo perdido, pero no es así, la pequeña, esa pequeña pelirroja de mirar sereno, traería a tu corazón la paz que siempre buscaste... Javiera, tu querida Javierita la trajo con su sonrisa, con la tierna mirada de niña, con las sabias palabras que recitaba su corazón sin miedo, sin mancha, siempre  abierta a un gesto de ternura. 
Albus se levanto de su cama, respiro hondo, su mirada de ser triste y cansada paso a una mirada esperanzadora y alegre, esa renovación de esperanza, lo llevo a cambiar su color de cabello de un blanco marfil a un castaño rojizo iluminado por los rayos del sol que lo hacían ver color oro, su tez ajada por el paso del tiempo se volvió tersa, suave como una nube de algodón, de su espalda un par de alas blancas salieron y lo elevaron por sobre todos los seres humanos y con jubilo mira a su querida Javierita y le dice:

"Mi tierna y querida Javierita, tus palabras lograron redimir mis culpas
Gracias a la vida por permitirme conocerte
Gracias a Dios por ponerte en mi camino
Gracias a ti por llevarme de vuelta al camino de la iluminación 
Recuerdame siempre y si necesitas de mi solo menciona mi nombre
Y desde dónde me encuentre acudiré a tu auxilio"

Es así como Albus abrió sus alas y emprendió vuelo al cielo.

Queridos lectores es así como de otra manera expreso mis ansias de alcanzar la iluminación.
Namaste.


domingo, 1 de diciembre de 2013

Mi final

"Efectivamente me encontraba allí. Postrado en mi lecho, con mi mirada perdida en el cielo. La luna llena iluminaba mi rostro entre la penumbra, mis rasgos de joven, hacia notar el lento y breve paso del tiempo por mi piel. 
Mi amada, mirando extrañada tanta pasividad de mi rostro, en ella se notaba aquella impasividad característica de sus ojos profundos, extrañaba aquella pesadez del saludo matutino, aquella indiferencia por parte mía, aquellos gestos estúpidos de cordialidad. Aquel vacío en el comedor, nuestro comedor, donde muchas risas, muchas historias quedaron allí plasmadas. Todo aquello que un día era parte de su vida, ahora se convertía en un mero recuerdo de un ser que paso por su vida.
Mi alma voló libre, por todos aquellos lugares en los cuales había dejado un poco de mi energía, de mi trabajo, de mi esfuerzo y de mi alegría. Era mi final, no lo que esperaba, no era una super-estrella, un escritor reconocido, un destacado docente, un buen cantante, simplemente era yo, con penas y alegrías a cuestas.
 No quise ser alguien que pasara sin pena ni gloria por este mundo, intenté dejar parte de mi en todas aquellas personas que compartieron conmigo cada momento, sean buenos o malos. No quería lágrimas, solo pedí una misa de Requiem, no la de Verdi o Fauré, sino la de Mozart, la versión que tuve la oportunidad de cantar.

Hice lo que me gusta, viví la vida a mi manera, hice lo correcto con quien no debí hacerlo, hice lo incorrecto con quien no lo merecía. Peros siempre fui natural, siempre el mismo, en distintas facetas, la de actor ocultando mis penas, miedos y rencores; la del payaso intentando sacar una sonrisa a quién veía cabizbajo; la del psicólogo escuchando a quien lo necesitara; siempre todos, antes que yo.



Regreso de mi breve viaje hasta mi cama, donde mi amada me espera, mi cuerpo ya frío se dejó seducir por la muerte y sus encantos, quizá ese era mi miedo, morir y dejar atrás un grupo de personas que me querían como era, que no discutieron por cambiarme, que simplemente me aceptaron tal cual era. 

Solo recuerdo unas breves palabras de mi amada: "Quizás en otra vida te enseñe todo lo que no aprendiste en esta... Hasta pronto".


Con esas sencillas palabras emprendo el vuelo hacia el lugar donde espero algún día migrar hacia una nueva oportunidad para vivir."

Queridos lectores: Simplemente puedo decir... Aprovechen que la vida es ahora, quizá en una proxima los seres que amamos no sean los mismos y tus esperanzas se diluyan con el tiempo. Mientras tanto toma las oportunidades que te da la vida, siempre y cuando te sientas bien y no atente contra tus principios morales. 
Namaste...