miércoles, 26 de octubre de 2011

"El Quijote que llevamos dentro."


Cada ser humano, más de alguna vez en su vida, independientemente del largo de esta, se ha encontrado con la famosa expresión: "El hidalgo caballero, Don Quijote de la Mancha", o también con la frase: "Su fiel escudero, Sancho Panza", claro dos grandes personajes de la literatura universal que dejaron una huella imborrable en la vida de muchos, que conocieron de cerca la historia de estos dos grandes compañeros de batallas.

Por separado, se dice que Don Quijote era un loco, que no tenía remedio pero era un gran idealista, el creció escuchando historias de caballeros, doncellas y dragones, cosas que en realidad, no eran tan ciertas de como el las recuerda.

¿Qué nos asemeja a este Hidalgo caballero?, es difícil poder darse cuenta de lo que realmente nos une a don Quijote, primero que todo, cada uno tiene un fin último, una meta, un propósito, independiente que sea bueno o malo, como dijo Nicolás Maquiavelo "El fin justifica los medios", bueno el ser humano suele hacer lo mismo, una chica que desea ser bailarina hace hasta lo imposible para lograrlo, muchas veces esa chica se le tilda de loca, por tener un ideal, tener su propósito, que la mayoría no lo tiene.

¿Que pasa con aquello que a uno lo obsesiona? Es casi inevitable poder considerar que no tenemos alguna obsesión, hoy hay miles, la ropa, el gastar, comer, consumir lo que sea, drogas, alcohol. Como individuos tenemos la libertad de elegir de acuerdo con los valores morales y éticos de cada uno. Por ejemplo, moralmente don Quijote no tenía mayores problemas, puesto que seguía rigurosamente lo que las novelas caballerescas le dictaban, lo cual para el era lo correcto, eticamente tampoco, sus creencias eran tan firmes que no existía el beneficio de la duda. Considero humildemente que él seria un perfecto ser humano, amaba a su Dulcinea del Toboso, aquella mujer que solo existió en la cabeza de Don Quijote, su amor era tan puro que no veía que ella era una tabernera, prostituta llamada Aldonza Lorenzo, que mas encima se burlaba de Don Quijote.

¿Existía la conciencia, en Don Quijote? Claro que si, el personaje de Sancho Panza era quien trataba de hacerle ver a su amo lo que realmente pasaba, por lo cual pasaba rabia, tristeza ya que no lograba que Don Quijote abriese los ojos, para cada uno existe una conciencia, la cual te dice lo que esta bueno o malo, muchas veces se omite el consejo de ella, pasando dejando un libre albedrío para hacer y deshacer, dejando a la suerte de la olla las decisiones más importantes de la vida. Quizá si escuchásemos esa conciencia, todos serian iguales, una monotonía en cada lugar, la música seria pareja, no existirían estilos, tendencias, clases sociales, hasta es posible que el pensamiento fuese homogeneizado.

¿Qué sería lo más triste que podría sufrir el hombre, que no sea la muerte? Lo más triste es reconocer en algún momento de tu vida que lo viviste, soñaste, anhelaste, jamás existió, amores falsos, ver imágenes sin sentido, perder la conciencia de la condición de ser humano, o que simplemente volvernos locos, llorando la muerte de nuestros ideales, tal cual ocurrió en la novela, escrita por el Manco de Lepanto, un Quijote que en su lecho de muerte reconoce que sus aventuras fueron falsas, que lo vivido nunca fue, que su gran amor nunca existió, en tanto a Sancho Panza volverse loco por la muerte de su amo, para uno asumir la locura como parte de la vida.

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